La Saga de la Ara.

CAPITULO II

Acá para el norte, todo es tan diferente, desde el camino que tomo para llegar, hasta el lugar donde laboro desde hace dos días.
En mi nuevo hogar tengo varias ventanas, pero como no me agrada para nada la luz, desde que yo llegue, las persianas permanecen cerradas, como en mi antigua oficina, al fin y al cabo no hay nada que ver.
Por las tardes, cuando mi maravilloso y envidiado turno quebrado ha llegado casi a su fin, me asomo por la puerta de la entrada, es fría, como todo aquí. No logro ver nada, nada que me brinde un poco de esperanza.
Afuera maquinas y chicos trabajan arduamente, con la seguridad de que pronto terminaran de construir el sueño de miles de personas, incluyendo el mío. Me dan ganas de salir con ellos, y montarme a una aplanadora y darle duro en el turno de 3 a 7, ese que es tan largo y desesperante.
Como mis nuevas labores.
Y es que no me pregunto si estas personas en realidad no se dieron cuenta de que atender las necesidades de la gente no es mi vocación, o simplemente los tipos, por pasar un buen rato, accedieron a contratarme.

Que bien la han de pasar:
-Araceli, me comunica con el Ing de la obra, por favor?
(Demonios, otra vez, lo ha llamado 12 veces con esta)
-Araceli, mmmm, (sorbo, de ese que suena) cuantas cucharadas de cafe, le pones ala cafetera por taza?
(Las que me da mi chingada gana, ¿cuantas crees?)
-Araceli, es ¿usted casada?
(Ves, realmente me contrataron para molestarme)
-Araceli, ocupo su talla, para mandarle hacerle el uniforme, me lo otorga por favor?
Hay mas 15 Dr. En la sala platicando, y es en ese preciso momento cuando todos tienen que callarse, para mi mala suerte ningún sonido de celular se adueña del silencio. Todos me miran, todos esperan una respuesta, malditos, pienso, han de salir de aqui, en sus coches modelo 2005 y se han de ir riendo por todo el puto Blvd. Morelos.
Porsu, no hay respuesta, le informo al Lic, que se la pasare directamente ala chica de Obregón vía MSN.
Muchos podrán preguntarse que porque acepte, porque en realidad hay buenos proyectos aqui para mi, solo estoy en espera de que esta situación pronto cambie, para bien de todos.

Y pronto muy pronto, podrán conocer bien, ala “Srita. Llanes”, esa que pone cuchara y media de café, por taza.