martes, noviembre 16, 2004

Sueños

Anteayer por la noche y ayer por la madrugada dormí mal.
Estuve incomoda y me moví bastante.
Tal vez tuve malos sueños.

Se que algo no anda bien en mi organismo porque: la sabana de cajón no amaneció en su lugar. De echo muy fuera de su lugar. Y eso para mí puede significar dos cosas:
1) Pasar muy mala noche.
2) Pasar muy buena noche.

Por mi humor, escojo la primera opción.
Aparte mi día completo no fue bueno, los días lluviosos no son agradables para mí.
Me recuerdan mi infancia, donde pasar la época de lluvias en casa era algo tenso para mi y mis tres hermanos.
Se prohibían más cosas que en la cita al consulado o en la del papanicolau.

Para empezar no podíamos salir, ya que podríamos pisar un cable de alta tensión o algun transformador que pudiera mover el viento podria caernos y comisión no vendria de inmediato.
Por lo tanto buscábamos alguna manera de matar el tiempo.
Y vaya que si buscamos… era difícil dar con algo a lo que mi Mama no se opusiera por alguna razón.

Mi hermana y yo como buenas nenas nos cepillabamos el cabello una ala otra.- No! acción denegada a Mama no le agradaba eso, podía caernos un rayo y morir instantáneamente.

Ver llover por la ventana.- No!! Si te acercas ala reja, puedes correr la mismita suerte.

Encender la televisión.- Que No!!! Que acaso quieres quedarte sin tele.
Y la lista continuaba, no te acaricies el brazo, no te mires al espejo, no te pares tanto, no te rasques la cabeza, no te metas a bañar.
Ya de adolescente como no hacia mucho caso, si me metía al baño terminaba por ser frustrante, ni lo disfrutaba -¡Que sal ya Ara que se va a meter un rayo por la tubería!
Así que los días lluviosos pueden agradables para muchos, para mí por lo menos no, aparte de ser acompañados de cierta melancolia, me tensan.
Por eso es que cuando llueve de madrugada, la voz de mama regresa a mis sueños para hacerme sus pequeñas y limitadas advertencias. Y mi subconsciente lo capta.

Ella debió de haber incluido no sacar la sabana del colchón mientras duermo.

2 Comments:

Blogger Barbarita said...

;-) Mercedes, me has hecho recordar mi infancia. En mi casa la situación no era tan tajante, pero algunas de las cosas que cuentas también me las prohibian a mí. Lo de la tele ya era demasiado. ¡Llovía y se paralizaba el mundo!

A mí la lluvia también me perturba el sueño. En realidad tengo un sueño muy ligero (supongo que por la falta de ejercicio físico, no sé bien, pero antes no me pasaba), y bueno, en cuento empieza a llover un poco fuerte, o sobre todo si hay tormenta, no pego el ojo. Pero igual la lluvia me gusta cuando estoy en casita tranquila por las tardes, con el gato sentado en el sofá, medio dormido, y yo trabajando con el ordenador. Entonces me preparo un cafecito y digo: "qué bien se está aquí, dios mío. ¡Y qué preciosas estarán las plantas mañana!"

Antes no me caía muy bien que lloviera porque es un engorro si tienes que salir y hacer cosas, pero ahora que ya no tengo prisa por nada, la disfruto bastante.

Un beso!

5:17 a.m.  
Blogger Mercedes said...

Si Any, la lluvia es algo que disfruto mucho, estando despierta, ya echadita en mi cama , me perturba. Hago lo mismito que tu nada mas que con perrito echado.
Aparte el agua es una bendicion, ya que vivimos en el desierto.

Solo que hay cosas con las que todavia no puedo lidiar, como que mis hijas salgan y se mojen, siempre les pongo algun pretexto.
Algo se me tuvo que haber pegado de mi madre.
Pero ya veras, algun dia contare el algun post algo sobre camisetas mojadas. Que sexis nos vamos a ver.

11:44 a.m.  

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