Esos Ires y venires...
Hay días en los que me da por pensar en nada, si, de esos en los que no miras nada, ni haces nada, simplemente estas. De esos repletitos de ocio.
Ayer a media tarde me dio por pensar así y mirar así. Y es precisamente en ese momento donde me invade un poco la nostalgia y me da por recitar en voz quedita, como en mis mejores tiempos de escuela básica: “Dios, debe de tener una muy buena razón para enviarme una tercer hijo”.
No por ser nena, no, no por ser la tercera, tampoco, si no por la situación.
Por mi situación.
Y es ahí, mientras me encuentro recostada, con el vientre descubierto, que Helena comienza a danzar para mí.
Ese movimiento que no lo hace siempre, esos ires y venires a lo que he nombrado: la danza de las olas.
Helena, sin necesidad de música, sin necesidad de ningún sonido, baila. Logra apasionarse con el murmullo del líquido amniótico. Sigo su secuencia fascinada, y logro captar, el sentimiento que ella quiere transmitirme.
Termina.
Me imagino que ahora descansa, el ritmo, aunque ha sido lento y pausado, termina agotándola.
Acaricio mi vientre abultado y recito en voz alta, como en mis mejores tiempos: "Tú pequeña danza, Hele, es motivo suficiente".
Ayer a media tarde me dio por pensar así y mirar así. Y es precisamente en ese momento donde me invade un poco la nostalgia y me da por recitar en voz quedita, como en mis mejores tiempos de escuela básica: “Dios, debe de tener una muy buena razón para enviarme una tercer hijo”.
No por ser nena, no, no por ser la tercera, tampoco, si no por la situación.
Por mi situación.
Y es ahí, mientras me encuentro recostada, con el vientre descubierto, que Helena comienza a danzar para mí.
Ese movimiento que no lo hace siempre, esos ires y venires a lo que he nombrado: la danza de las olas.
Helena, sin necesidad de música, sin necesidad de ningún sonido, baila. Logra apasionarse con el murmullo del líquido amniótico. Sigo su secuencia fascinada, y logro captar, el sentimiento que ella quiere transmitirme.
Termina.
Me imagino que ahora descansa, el ritmo, aunque ha sido lento y pausado, termina agotándola.
Acaricio mi vientre abultado y recito en voz alta, como en mis mejores tiempos: "Tú pequeña danza, Hele, es motivo suficiente".
10 Comments:
Así sea
(besos)
♪ Qué bonitoooo amooooor ♪
¡Todo estará bien!
Que precioso Merce!! tu niña está feliz en esa panza, te das cuenta? maravilloso. Un abrazo fuerte desde aqui :)
Disfrutalo, Mer!! Disfrutalo mucho!
Después lo vas a extrañar!
Yo muchas veces, miro a Valentina y me acuerdo de cuando la tenía dentro de mí, y era mía y la extraño tanto!
Qué privilegio tenemos las mujeres!
Quiero un dia de esos en mi vida =S
ANiS: es réfacil! Conseguite un chico y listo!
Que hermoso!
Una bailarina escondida entre tu ombligo y tu monte de venus!
Que lujo!
Qué lindo y emocionante es sentir cuando se mueve el bebé dentro de la panza.
Sonia tiene razón, es un privilegio.
Te dejo un beso grande, Merce: ¡mmmuaksss!
Mer: hace tiempo que no posteas ni te veo visitando otros lugares.
Estás bien? Todo en orden?
Te mando un besote ruidoso que lo escuche Helena y sonria.
HOLA¡¡¡
SUELO LEERTE A MENUDO, TE DEJO LA LETRA DE ESTA BELLA CANCIÓN DE LOS PRESUNTOS IMPLICADOS, ESPERO QUE TE GUSTE, CLARO QUE HAY MOTIVOS SUFICIENTES¡¡¡
MI PEQUEÑO TESORO
Mi pequeño tesoro
se halla escondido
entre el valle y el monte
que hay en mi ombligo.
mi pequeño trocito de gloria
es el alba que alumbra
una nueva historia.
mi pequeño tesoro
quiere ver cosas,
y por él me despliego
como una rosa.
mi pequeño trocito de vida,
es un ángel que viene a mí
de puntillas.
tengo cinco razones
para quererte,
una atada a mi espalda
y otra a mi suerte,
y las tres que me quedan,
son tu sonrisa,
tu ternura sin falta
y otras delicias
UN BESO
Publicar un comentario
<< Home