Los Veintes

Durante mucho tiempo mi nick en el MSN tuvo el siguiente texto: Llanes mi numero favorito y mas deseado el 29.
Refiriéndome en aquel entonces al número de toda la vida y preferido por mí esposo al comenzar una liga.
Si no lo porta en su playera en una temporada, agárrense, de ahí en adelante todo será una buena excusa. Que si lo poncharon – Es porque me dieron el 9 Ara, le hace falta el 2, no tienes un dos por ahí? – dice con un gesto un poco triste y con el anhelo de que ese numero sea temporal.
Si se la cayo un elevado (que raras veces sucede...)
- Si se me cayo, pero ¿ya viste el numero que me dieron?
-No Amor no vi el numero vi el elevado y vi como se esfumo de tus manos.

Y se que para El eso es muy importante y tomando en cuenta que los veintitantos son números que siempre han estado muy presentes en nuestra vida, supuse que mi aniversario 29 también lo seria. Y así fue:

Desde temprano fue genial, para empezar pude prender el boiler a escondidas de Adán y bañarme con agua caliente, sin que este se diera cuenta, o se hizo el disimulado. Después recibir un año mas su calido abrazo seguido por el de la mayor, la menor opto por no dármelo, (tema para otro post) pude abrir en el carro el regalo adelantado de Sylvia y guardar su hermosa envoltura.

Al llegar al trabajo abrazos afectuosos de todos mis compañeros y sus lindos detalles, la visita esperada de Mama, las claustrofobias de Chava (esas si que fueron un regalo) mas tarde la inesperada rosa del proveedor que no abre la boca mas que para dar las gracias,el regalo de mis suegros amoros y el lindisimo detalle de Miriam y Eva, después tarjetas y recaditos de Claudia en mi cuenta de hotmail, y para terminar la reunión sorpresa en mi casa con mis inseparables hermanos y los mas cercanos familiares los cuales fueron llegando de poco a poco con sus mas valiosos deseos acompañados de sus pequeños demonios que corrían por doquier.
Dedicamos las horas a comer y a reír y saber mas del uno y del otro gustos y aficiones.
A media tarde ya que todos estábamos extasiados de botanas, salsas , refrescos y alcohol, me pidieron que partiera el pastel, ese pastel que aparte de verse riquísimo y de saber riquísimo me invadía un poco de nostalgia .

Y es que desde que vivía con mama nadie me obsequiaba un pastel. Casi siempre mis cumpleaños los pasaba en algún restauran o festejábamos con alguna comida en casa, pero el gran ausente era el pastel por lo tanto tenia rato sin soplar velas y sin pedir el tan quemado deseo.
Este año tampoco hubo velas, pero algunas personas me pidieron con entusiasmo ¡el deseo pide el deseo! Aunque no hubiera nada que apagar.
Sin pensarlo mí ser se invadió un poco de envidia y de fastidio y quise tomar ese deseo para uso personal.
Y es que desde hace años cualquier oportunidad que tengo para pedir un deseo, se me viene ala mente lo mismo.
Que si pasamos por las vías del tren, cuando vamos a San Pedro, levanto las piernas y pienso en el, que si me pasa volando un diente de león, lo correteo hasta el cansancio pues ahí va mi salvación, que si rece la novena completa de San Judas y este bondadoso santo me da chance de pedir algo imposible, de nuevo pienso lo mismo, que si me mandaron alguna cadena donde me aseguran que pida lo que pida se me cumplirá en 7 días a fulanita hora zaz! lo pienso de nuevo.
Por arte de magia se me viene ala mente “El deseo r&r”, que son dos deseo en uno:
Recuperación para alguien, Rehabilitación para otro alguien.

A si pues aunque espero que algún día mis deseos se cumplan ya sea con la ayuda de San Judas, o por voluntad de cada persona, esa tarde mis deseos nada tuvieron que ver con el mismo de siempre.
Esta vez pedí que Dios me conceda seguir manteniéndome cerca de mis amistades, que mis hermanos y familiares compartamos muchas mas alegrías aun en tiempos difíciles.
Esa tarde en la que después de pedir mi deseo mentalmente y sin que nadie pudiera notarlo, pudimos saborear el delicioso pastel de mango que tanto esperaban y yo pude saborear en compañía de mis seres queridos mucha paz y tranquilidad. Esa que tanto me hace falta.
Y así pude olvidarme por pequeños lapsos de las personas involucradas en el deseo doble R y disfrutar un poco de mi verdadero entorno.