Otro de diciembre...

Cuando mi mundo esta por colapsarse yo suelo hacer una de estas dos cosas: a)Comerme un apaleado de mango b)Visitar al Dr. Larios Y es precisamente hoy, cuando al limpiar el cajón del cochinero (como le dice Mariana) me encuentro con una variada y extensa lista de recetas con su firma, con la firma del apaleado no, sino del Dr.: Que si me duele la espalda: esto Que si me duele la parte alta de la nacha: aquello Que si me cai de rodillas: estotro Que si te sientes triste: Nos tomamos un Te Que si me apuntas esta cita, o me dictas aquí tantito: pa que no este de ociosa… Todas las recetas tienen fecha, de días atrás, de meses atrás, de mucho, mucho tiempo atrás. Y comienzo a recordar que platicamos en esa cita, o de que nos reímos. Trato de armar figuras con ellas, en la barra de la cocina. Si porque de nuevo estoy de ociosa. Puedo dibujar un pato, y me acuerdo que a usted le gusta hacerse. Pude hacer un edificio, como ese que se desplomo en sus sueños y lo hizo levantarse. También armo un numero tres, con el cual, recuerdo a sus hijos y sus anécdotas tan agradables. Termino armando un puño, ese grueso y firme con el que se soba los ojos. Ha sabido ser: Un doctor que me quita pesares del cuerpo y el alma. Creo conocerlo bien. Se que le gustan las ensaladas del Fans y enloquece con los dátiles. Creo haberle deseado las mejores cosas del mundo. Por la gran persona que es. ¿Tons, como demonios le dices feliz cumpleaños a una persona que ya le dijiste todo? Creo que lo mejor será dejarme de cosas y ponerle una caja de dátiles, en su escritorio. Mil felicidades Doc, que todos sus sueños y ambiciones, se cumplan. Y que su nerviosismo y preocupaciones, se desvanezcan.