Llega un momento en la vida en que uno escupe todo lo que lleva dentro y como por obra de gracia, (y no porque lo este) se siente mas liviana. Tranquila. La vida ya no me pesa tanto como antes. Acepto las cosas como son y las aprecio. Vivo el momento. Antes solía encerrarme en una burbuja, en un caparazón, me cubría y murmuraba: es que no esta en mi. Hasta que alguien me contesto como no creería nunca que nadie me respondieran, no me dio la razón y me callo la boca. Todo esta en ti. La vida lleva y trae, la vida otorga. Esta poblada de sentimientos, unos bellos otros no tanto. Su suave canto llego a mí desde su nido. Y los malos sentimientos se los llevo el viento, se esfumaron. Porque ni en mi nueva vida, ni en casa, son bienvenidos.