A Fernanda y Mariana

Algún día, tal vez, cuando estén más grandes, cuando hayan dejado las muñecas para tomar algún labial, cuando dejen a un lado mi mano, para tomar solas el transporte. Cuando sentir mi cuerpo y mis brazos mientras dormimos ya no sea tan relajante, ni mis bailes tan idolatrados, sabrán porque Máma tomo esta decisión. Y entonces. Espero. Logren darse cuenta, que siempre tendrán en mí: Una mano, un cuerpo, un ser con muchos defectos, que toma muchas malas decisiones pero que nunca dejara de amarlas.