Felices Treintasssss

Hoy es cumple de la tremenda Diabla Y se que al igual que Yo muchas personas en todo el mundo que aunque solo conocemos su manera de ser le desearan que este y los próximos años sean los mejores de su vida.
So! Sigue tan autentica y payasa como siempre que para muchos de nosotros eres una gran luz que nos llena de alegría y que descubrimos cada día con solo encender el monitor.

Feliz Cumple.

Tal como lo he venido comentando hoy y todos los viernes no dejes de escuchar las magnificas recomendaciones cinefilas de Manuel
En punto de las 2:30 osease ¡¡ya!!!!

Inventario alimenticio

Ayer me sentía mal, realmente mal.

Así que avise al trabajo.
Ahora capto lo malo que es decir mentiras, clásica llegas a decir algo verdadero y nadie te cree, con la pena pero ni mi ama.
Pero no importa igual me tome el día.

Ahora ya dopada de lomotil y estando sentada en mi pequeña oficina-almacén trato de averiguar que demonios me produjo tanto malestar estomacal. Que me hizo odiar en menos de 24 horas el rico aroma a manzanilla del nuevo regio. (walmart, pasillo 10, $ 39.80 el de doce)

La lista de alimentos ingeridos el fin de semana es larga, muy larga:

Para empezar creo que no es buena idea desayunar tostaditas con chile, bajo ninguna circunstancia, pero encontrándome solita y sin hijas a quien poder dar mal ejemplo pude burlar las reglas de la casa. Mis propias reglas.
(Que demente ya se).
Mas tarde medio pozolito, y dos tostaditas de la kermés de la escuela de mi hija: la mayor.
Aquí si no hay escape, no puedo dejar de cooperar.
(Lo se mas demente aun).

Por ultimo y para rematar, el cumpleaños de la Hilda. Como despreciarla, cinco botecitos de Tecate, eso si Light, para acompañar tan suculenta plática.
(Esta tipa me encanta habla, habla y deja hablar muy poco, lo cual facilita las cosas ala hora de que uno ya se encuentre medio peda).
Por motivo del cumple, llegaron las carnitas. ¡Si! adivinaron de puerco!
-Ara, sírvele alas nenas plis!- Dice Hilda con celular en mano izquierda e inalámbrico en la otra.
Les aviento la seña de que se laven las manos y ellas obedecen.
Nos sentamos a comer y les hago a mis hijas la aclaración de que cuando mucho se les servirán dos tacos, no mas.
-Si te quedas con hambre no pidas, no puedo dar mas porque tan tarde caen (aquí viene lo mejor) PESADOS.
La menor asiente con su cabecita, la mayor no queda muy conforme, habiendo terminado el segundo me hace señas con los ojos, los agranda y mira al plato, después mira el plato de nuevo y luego alas carnitas. Me hago tonta.

Mientras tanto mami, mareada por la plática, acongojada con la mancha en la mesa y las miradas de Fernanda, olvida contar sus tacos.
Bueno no olvida mas bien le vale.
Pierdo la cuenta y como no hay nadie que me advierta no le pongo limites a mi estomago.
(Aja, demasiado demente).

Pero ahora que lo pienso más detenidamente creo suponer que la comida no tuvo nada que ver en esto, mi organismo esta preparado para recibir eso y más.
Mas bien creo que la platica de Hilda termino por revolverme un poco el estomago, asi que para la proxima no olvidare incluir antes un poco de bonadoxina.
(¡Dios! si que soy mentirosa)

Ya viene amaneciendooooo!!!

Quien me conoce, aunque sea de vista, sabe que no soy buena para cantar.
Digo esto porque, lo saben los vecinos.
También algunos pacientes del lugar donde trabajo.
Con más razón lo ha de saber mi suegro, que durante siete años llene su casa de alegría con mis cantos de lavadero. Y hoy es su cumpleaños, así que:

Para usted Adán con todo mi cariño y respeto: un caluroso y afectuoso abrazo en su Aniversario.

Y es aquí donde queda dicho y anotado que mas tarde lo deleitare con la magia de mis alegres mañanitas, complementadas por la excelente coreografía de mis dos divinas garzas. (Si es que se prestan)
Aunque se que no lo hago nada bien.
Lo que aun no decido es si hacerlo en su casa o esperarme a llegar al restauran cuando ya todos estemos reunidos.
Ajua!

Sueños

Anteayer por la noche y ayer por la madrugada dormí mal.
Estuve incomoda y me moví bastante.
Tal vez tuve malos sueños.

Se que algo no anda bien en mi organismo porque: la sabana de cajón no amaneció en su lugar. De echo muy fuera de su lugar. Y eso para mí puede significar dos cosas:
1) Pasar muy mala noche.
2) Pasar muy buena noche.

Por mi humor, escojo la primera opción.
Aparte mi día completo no fue bueno, los días lluviosos no son agradables para mí.
Me recuerdan mi infancia, donde pasar la época de lluvias en casa era algo tenso para mi y mis tres hermanos.
Se prohibían más cosas que en la cita al consulado o en la del papanicolau.

Para empezar no podíamos salir, ya que podríamos pisar un cable de alta tensión o algun transformador que pudiera mover el viento podria caernos y comisión no vendria de inmediato.

Por lo tanto buscábamos alguna manera de matar el tiempo.
Y vaya que si buscamos… era difícil dar con algo a lo que mi Mama no se opusiera por alguna razón.

Mi hermana y yo como buenas nenas nos cepillabamos el cabello una ala otra.- No! acción denegada a Mama no le agradaba eso, podía caernos un rayo y morir instantáneamente.

Ver llover por la ventana.- No!! Si te acercas ala reja, puedes correr la mismita suerte.

Encender la televisión.- Que No!!! Que acaso quieres quedarte sin tele.
Y la lista continuaba, no te acaricies el brazo, no te mires al espejo, no te pares tanto, no te rasques la cabeza, no te metas a bañar.

Ya de adolescente como no hacia mucho caso, si me metía al baño terminaba por ser frustrante, ni lo disfrutaba -¡Que sal ya Ara que se va a meter un rayo por la tubería!

Así que los días lluviosos pueden agradables para muchos, para mí por lo menos no, aparte de ser acompañados de cierta melancolia, me tensan.

Por eso es que cuando llueve de madrugada, la voz de mama regresa a mis sueños para hacerme sus pequeñas y limitadas advertencias. Y mi subconsciente lo capta.

Ella debió de haber incluido no sacar la sabana del colchón mientras duermo.

Ayer fue un lindo día.
Lindo clima y cayo quincena.
Lastima, Salí tarde de trabajar, no tengo ventana en mi oficina y ya repartí toda mi quincena.

Llamada.

Como me divierte Mariana.

Riing!!
-Bueno?
-Nena soy yo como estas?
- Ah!! Bien Ma, pero te tengo malas noticias
-¿Que pasa eh? Te sientes mal?
-No, traigo flemas, y no se escupirlas.
-OK llegando a casa te enseño- como si supiera- Oyes nena, ¿te pusiste el pans que te mande?
Ese conjunto que me encanta y con el que parece caramelo mal envuelto.
-Si, Ma que no lo escuchas como sona???
La imagino moviendo con sus puñitos la chamarra de ese material extraño que se seca rápido, es cómodo, se ve presentable y suena mucho cuando caminas al rozar muslo con muslo, hasta que el sonido te irrita.

Como se demonios se llama?

No se, pero si alcance a escucharlo sin fastidiarme.

Lo siento pero....

Manuel me invito con tiempo lo se.

Será porque se acordó de mí al saber el contenido que Nadya presentara en sus pinturas esta noche?. Tal vez.
(Mis familiares más cercanos me llaman: Negra.)

Tenía muchas, muchas ganas de asistir pero:
-El carro se descompuso y se llevara gran parte de nuestros ahorros.
-Por lo tanto no tendré en que trasladarme ala exposición.
-A mi hija mayor le empezaron a relucir sus primeros brotes de “varicela”. Y las recomendaciones de mi suegra son claras y en tono de advertencia: “Que no se vaya a ventiar”
-Tendremos que comprar medicamento que es bastante caro y eso terminara con el resto de mi quincena.
Así que no me quedara ni pa el chesco.
Y yo no puedo mirar sin tomar.

Mejor caliento lugar, preparo una avenita, (que me sale deliciosa por cierto) instalo de nuevo el letrero de “En cuarentena” en la ventana de mi casa y me dispongo a cuidar de mi paciente.

A sobar a mi paciente.

Se que Nadya sabrá comprender, y estoy segura que asistirán muchas personas que podrán disfrutar de sus encantadoras creaciones. Como siempre.
Aunque no podra gozar de la visita de la negra que vaya a deleitarse con sus negras.

Cambios

Hoy se decide el futuro mío y de mis compañeros de trabajo.
Hay asamblea por la noche.
Nuestro futuro es incierto.
Parece que vienen a remodelar y a deshacerse de lo viejo.
Al menos ese rumor se escucha por los pasillos largos de esta empresa.
Escuche decir: Aquí casi todo esta obsoleto.

Lo mismo pasó en la cera de enfrente: remodelación.
Las mujeres que allí prestaban sus servicios tuvieron que emigrar y sus clientes ya nos las encuentran tan fácilmente.
De eso me doy cuenta ahora, cuando estoy en la hora cerapio y miro por el ventanal grande que da ala calle Colosio. Un anciano perdido en una nube de polvo y con su pensión en mano, busca pareja sin darse cuenta que ahora ellas están disponibles en la Michoacana de la esquina. Bueno casi esquina.
(Con ganas de avisarle)
Por lo menos ya no están tan a la vista y ala vez que esperan sus clientes pueden refrescarse con un agua de jamaica.
Ellas ya encontraron un lugar, y lo hicieron muy suyo.

Los cambios se acercan, las horas pasan y ningún empleado de esta empresa (incluyéndome) sabe donde reinstalarse si nuestros servicios no logran convencer a las personas que vienen en camino.
Bueno yo si.

¿Me das un agua de fresa de diez, y sin mucho hielo, plis?

Tranquilidad Absoluta

Cuatro días de vacaciones son pocos, pocas horas, poco maltrato infantil, poco espionaje, pocos gustos.
Pero mis días fueron geniales y llenos de actividad con excepción de uno, donde me contagie psicológicamente de enfermedades ajenas y disfrute de mi cama todo el día.

El teléfono se escucho poco y a mi puerta nunca llegaron visitas indeseables.
Al menos no hasta la puerta de mi cuarto.
Disfrute de buena lectura, de rock en español viejito, de Mariana y sus largas pláticas y del aroma a suavitel en mi edredón, por supuesto su nueva fragancia.

Las rentas de películas no fueron la mejor opción.
Así como para Adán las nuevas bolitas de queso de Mcdonalds.

Pero la tranquilidad de salir de casa sin prisas, fue nuestra mejor aliada.

Porque eso de checar seguros y puertas de casa mil veces, conducir rápido, maldecir diez mas antes de llegar al trabajo, y sacarte la ceja en tu oficina, no da tranquilidad, ni es cómodo.
Ni nada fashion.
Aunque yo de fashion no tengo nada.
Bueno si, mi amiga Marina, bueno ella jura.
Y sí, adivinaron, ella tampoco me visito en estas vacaciones.