Y es que realmente no actúas como una mujer casada. Silencio. Muevo mis ojos de un lado a otro, como si esa reacción me ayudara a encontrar la respuesta. Pienso ¿Como debe de actuar realmente una mujer casada?
Please, recuerdos: Yo recuerdo de máma, que ella era: hogareña, nada detallista, menos cariñosa, limpia, celosa, hacendosa, lanzaba zapatos (buena puntería), gritona y aguantadora, (pero poco tolerante). Pero bueno, imagino que todas las esposas tenemos comportamientos diferentes, cada quien conforme al carácter que tenga. Porque pues por mas que tu mama te diga, la amiga opine o tu suegra te regale sus mejores tácticas, siempre serás tu, la que estés ahí, con tu carácter, con tus ideas, con tu sentir. Vamos en ceros pues, no existe manual alguno. El tipo del registro no te obsequia, al casarte ningún folleto, ni siquiera te lanza alguna mirada que ayude, algo que te ponga sobre aviso : que debes de ser sumisa y buena en la cama. No te advierte, que si te casas con alguien que no confía en ti, por más que hagas, por más que te esmeres, la cosa no cambiara. O depende de la persona. O mejor no te cases.
Y ahora, pienso: ¿Como fui Yo? Tal vez como me lo han dicho muchos (y muchas) “calladita te ves mas bonita “, pero no te ofendí ¿o si? Bueno, tal vez cuando fue necesario.
Tal vez te desesperaba mi comportamiento inmaduro y adolescente, ese que tengo con tus hermanos y con algunas otras personas. Tal vez te desesperaba mi histeria que sale a relucir cuando las cosas no están en su lugar, o mi acoso tan frecuente (que después se convirtió en nada). O mis múltiples manías, mis miradas insinuantes (contigo claro) esas que te hacían una clara y desesperante invitación al placer. A lo mejor mis cantos, mas cuando estos eran interpretados en mi ingles tan pobre, y barato. Pero la verdad no lo creo, te gustaba escucharme cantar, mas cuando cantaba Dreamlover con los audífonos puestos, te reías, porque creo yo, que me escuchaba graciosa y desorientada.
Eso es!… Soy una completa desubicada, que odia el desorden, la impuntualidad, la pereza, la soberbia, los silencios tan prolongados y los rechazos múltiples. Que detesta hacer ejercicio y cocinar, que no es buena con la plancha ni con la aguja y el hilo. Que no soporta los zapatos altos, ni la pintura en el rostro, que se desespera fácilmente y no es buena para las matemáticas, claro, ni para muchas otras cosas. Pero también suele ser cuidadosa con su hogar, ama (y se los dice) a sus hijas, adora cuidar de chester. Disfruta limpiar con empeño y de las reuniones familiares, cuida sus pies, le encanta el chocolate y como es friolenta duerme con calcetas de hombre. Una desorientada que sabe que el mejor lugar es su casa, el mejor rincón su cama y la mejor compañía su familia. Una descontrolada que también añora ser amada y deseada por un hombre y este, realmente se lo demuestre… Eso es!!... Es cierto, ahora que lo pienso, nunca actué como una mujer casada. Simplemente porque no había nadie que me lo recordara.
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