Cuando la escucho, pienso que siempre va a haber alguien un poco mas jodido que uno, y eso tristemente me consuela. Los lunes la Nere y yo nos contamos que si fuimos pa aca, que si compramos esto, que si cocinamos esto, que si ¿como lo haces?… y entablamos una platica, que simple y básicamente se encierra al mitote.
Pero el día de ayer La Inge, como a eso de las 9:32 a.m., volvió a cometer el mismo error, volvio a romper las reglas : Conto algo, que no me interesaba para nada saber. 9:20 a.m. Nereyda entra e al oficina y le ofrezco café con galletas, como todos los días. Se que aceptara, aunque al estarle echando azúcar y crema siempre, pero siempre, me dice lo mismo: Me voy a cagar. Pasamos ala oficina del Ingeniero que se encuentra sola, pues el anda fuera de la ciudad, me siento relajada con mi pequeño trago de café en mano (solo un poco, lo prometo) y mis cinco galletas de bolitas. Doblo pierna y la charla comienza: 9:28 a.m. - Pues nos compramos un seicito mi flaco y yo y aprovechando que no estaba el niño, pues hasta las tres de la mañana nos acostamos- moja una galleta y se la traga, después largo sorbo de café. - Órale, que bien. Yo ya no puedo hacer eso… - Que cosa? Acostarte alas tres de la mañana? - No tragarme la galleta completa. - Ah, fíjate ahorita vomite, traigo un asco de la chingada, allá abajo huele a mierda, como que hay algo enterrado, aparte ya ando con el asquito desde ayer. Porque finjate que ayer mi marido y yo nos metimos a bañar- aja le digo, muevo suavemente la cabeza y deduzco que se aproxima una barbajanada – entonces de veras, te lo juro - La nere hace la seña de la cruz y la besa- que escupa mientras estamos en el baño no me da asco, tampoco que tire un gargajo, de veras ósea lo quiero y me vale que salpiqué, pero ayer,se lo vi, lo vi como le daba forma y todo, se lo vi ahiiii, ahii -me apunta con el dedo índice la estupida - debajo de la campanita, y que lo escupe, y adivina que? - ¿Que?- pregunto de idiota y con cara de asco 9:32 a.m. - Vomite. Zas! Avente toda la guacara, lo bueno que estábamos en el baño y pues después de limpiarnos las piernas, echamos agua para que todo se fuera, hay no! Pero es tan lindo el, ahí mismo limpiando me pidió un beso y lo perdone. Imagino la mezcla: Ellos dos, saliva, gargajo verde, vómito de cahuamanta, pedazos de zanahoria, apio, beso largo. Dejo el vaso, también las galletas, sacudo mi cabeza y le ruego a Dios Sacrosanto y bendito saque esa imagen de mi cabeza…No, aun sigue ahí. Quien me conoce, sabe que yo no soy nada, pero nadita de asquerosa, pero con esta parejita, me rindo. En parte hay que darle a esta asquerosa sus créditos. Lo que el Doctor no pudo lograr con sus muchas y grandes advertencias sobre este vicio que tanto me perjudica, lo logro la Nere en cuestión de minutos: deje el café.
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